martes, 2 de septiembre de 2008

LLEGO SEPTIEMBRE



Este analisis esta dedicado a los que sufren una variante del Sindrome Posvacacional, y al llegar con los bolsillos flacos, pretender hacer esperar para pagar las deudas.


A pesar de todo ha llegado Septiembre, se acabaron las vacaciones, los Juzgados abiertos de par en par, los colegios preparándose para recibir a los niños y hasta el verano nos regalará sus últimos días de sol, para disfrutar de la piscina y si nos queda cerca, también del mar, porque no.

Hasta aquí ninguna novedad, todos los años es lo mismo, al menos en este siglo que es donde lo conozco, pero que nadie dude que será un Septiembre diferente.

La situación aquí y en las vecindades más próximas no son muy alentadoras, las amenazas de recesión están a la orden del día, la llamen como la llamen, por ejemplo desaceleración y ojalá que este año bisiesto fuera eterno, ya que algunos índices ponen el acento en que el próximo será aún peor, el espectáculo está por comenzar.

Polonia y la República Checa andan de maravillas al igual que Eslovaquia, al menos por las informaciones que se pueden leer sin de demasiado trabajo, quizás haya que aprender esos idiomas y hacerse un viajecito.

Mientras aquí, en forma directa, indirecta, clara, precisa, imprecisa, solapada, haciéndose el distraído, metaforizando, o usando eufemismos, varios tiros apuntan a que sea la clase trabajadora, o sea la gente, quienes aporten los hombros más forzudos para soportar la pesada carga que supone la crisis.

Afortunadamente hay bastante práctica en ser costaleros, eso sí que ayudará.

Por un lado hay quienes defienden una apuesta por la inversión productiva y el mantenimiento de las políticas sociales, excelente, es un sentimiento compartido, es la satisfacción de la derecha ultra capitalista, que se invierta en aéreas productivas (que alguna vez se definirá cuales son exactamente y que se genere mucha obra pública) y al mismo tiempo el tema social, para satisfacción de la gente de carne y hueso, de la izquierda reivindicativa y progresista.

Todo junto y al unísono, ojala que se pueda, pero sino, mejor vayamos pensando en otra salida.

Cuando se plantea la mayor flexibilidad en la economía y una mayor seguridad en el empleo, a pesar de lo loable que esto representa y de bien lograda que estaría articulada la frase, la experiencia, al menos en el tercer mundo indica que a mayor flexibilidad en la economía menor seguridad laboral.

Si alguien tiene dudas de lo dicotómico del planteo, alcanza con ver como son casi esclavizados los trabajadores en aquellos lugares que han liberalizado la economía, con gobiernos de un signo u otro.

Dicho en términos muy asequibles, sería bueno empezar a olvidarse de los 45 días de indemnización por año trabajado y comprar una calculadora, que incluya el signo de la división, para ir sacando las cuentas.

Se sigue insistiendo con la moderación del salario, o sea, que la diferencia entre el antes y el después sea absorbida por el trabajador/ consumidor el cual de la única manera que puede hacerlo es reduciendo su calidad de vida y hacia eso se viene marchando.

Si alguien tiene dudas, que pregunte en Enero 09 si le subieron el sueldo a quienes ganan más de lo que marca el convenio y veremos cuantos contestan que si.

Llega Septiembre y muchos hablan cobrado las devoluciones del IVA, que Hacienda está trabajando muy bien y a toda máquina, con lo cual se podrán poner al día en sus obligaciones, pues de no ser así, muchos subsidiarios, mano de obra indirecta que le dicen, van a pasar a formar parte de la lista de desocupados.

Aunque no habría que descartar que alguno con lo que cobre pueda incurrir en el olvido involuntario de saldar sus cuentas, para lo cual, afortunadamente, existen medicamentos para el recobre inmediato de la memoria, tales como los embargos preventivos, las denuncias ante la Dirección General de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para que hagan alguna vista de cortesía o algún buro fax, redactado tan bien como sólo los abogados saben hacerlo, y seguramente así se podrán recuperar rápidamente de la amnesia pasajera, que los calores del verano a veces provocan.

El problema que subyace, es la gente, es el hombre y la mujer de a pie, ese que quizás llegue de cambiar de rubro, si puede, o que deba cambiar la gran superficie por el mercadillo, en esos casos si que la van a pasar difícil.

Pero tranquilos, nada será eterno, era obvio que la economía debía ajustarse, que el crecimiento era demasiado, que el petróleo, que los alimentos, que las subprime, etc., lo que realmente lamento que aparte de dar una visión apocalíptica del futuro u otra simplista y al parecer no del todo precisa, hayan sido tan pocos quienes hayan dicho que era hora de tranquilizarse, que el futuro no era para cenar cada día con cava, que un día se acabaría, ya que muchos anunciaron la finalización de la burbuja inmobiliaria pero de un modo tan burdo, tan electoralista, tan simplón, que daba lo mismo escucharlo que no hacerlo y otros no decían nada hasta hace 5 minutos, completando un cuadro casi macabro.

Los unos por los otros y la infantil creencia que de mendigo a príncipe llegaba cualquiera, hizo el resto y ahora: Agua y ajo

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