lunes, 8 de septiembre de 2008

ACTITUDES ANTE LA CRISIS


Este análisis está dedicado a los que aplauden o cuestionan cualquier cosa, sin ver más allá que su propia situación, sin querer entender la realidad o suponer se deben privatizar los beneficios y socializar las pérdidas.


La prensa internacional recoge en general con bastante beneplácito y alguna cuota de escepticismo sobre la posible reacción de los mercados, el salvataje que en forma de inyección de fondos anunció la Administración Bush, referida a la toma de control de las dos grandes hipotecarias de EEUU: Fannie Mae y Freddie Mac, con aportes que podrían llegar a los u$s 200.000.000.000, una suma nada despreciable.

Esperemos que este aporte no sea pagado en definitiva por los que viven con 1 u$s / día, pero todo es posible, en esta dimensión desconocida.

También pone sobre el tapete, otra noticia bastante menos trascendente para la economía mundial y es el aumento de las pensiones mínimas anunciadas por el Presidente del Gobierno español, que beneficiará a tres millones de personas.

En el anuncio realizado en León, el presidente dijo, quizás a modo de advertencia:

“Que no pidan dinero para salvar empresas de aquellos que han tenido grandes beneficios a través de procesos que, en muchas ocasiones, no han sido adecuados para la economía”

Más allá de las simpatías o antipatías que despierte el Presidente del Gobierno, es innegable el buen gusto, casi catalogable de exquisito, para definir de modo tangencial y eufemísticamente la situación de potenciales demandantes.

Indudablemente son dos caras de una misma moneda, actitudes ante la crisis, pero hay más:

Mientras los presidentes de Fannie Mae y Freddie Mac sufren despidos fulminantes, según informa El País, el gobierno español se compromete “… a dedicar los recursos a apoyar a los trabajadores, a los que pierden el empleo, a los pensionistas…”

Es destacar que lo importante no son los anuncios, sino las realidades que se visualizarán en el futuro no tan lejano, ya que en muchas ocasiones las promesas quedan justamente en eso, en promesas, en ilusiones, en buenas intenciones.

Uno de los temas que quedan por resolver y sería saludable que se tomará como una verdadera cuestión de Estado, o sea que no formara parte de la discursiva deletérea ni de la promesas filo electoralistas, es el tema de la reinserción, ya que el Pac Man de la desocupación, parece que se va a devorar los puestos de trabajos con una velocidad, que podría competir con la de los Fórmula 1 que recientemente visitaron la hermosísima ciudad de Valencia.

En cada rincón del planeta se plantearán los mejores diques de contención contra el tsunami económico, por lo que esperemos que en estas latitudes no sea necesario el éxodo masivo para garantizar la seguridad, ya que sería tan lastimoso para los que deban buscar otros horizontes como para los que puedan quedarse.

De más está decir que si esto avanza y las cifras del paro crecen, los salarios de los nuevas posiciones que se cubran continuarán con su marcha descendente y las consecuencias serán de tal magnitud, que más de uno se va a agarrar la cabeza y hasta quizás grite: paren el mundo, que me quiero bajar.

No hay comentarios: